Cada vez es más frecuente recurrir al afeitado. Si bien es cierto que las tendencias apuntan a que la barba y el bigote son lo que más abundan, muchos hombres están empezando a decantarse más por el afeitado. Ya sea en algún momento puntual o de manera habitual, existen dos formas de eliminar el vello facial: en húmedo, es decir, utilizando agua y una crema o jabón, y en seco, utilizando solo una maquinilla con la piel seca. Esta decisión, que puede parecer insustancial, no lo es, porque elegir una u otra dependerá de muchos factores. En COOL os vamos a contar las ventajas e inconvenientes de ambas técnicas. Quédate con nosotros y sigue leyendo.
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Afeitado en húmedo
Esta técnica consiste en utilizar agua, jabón u otros productos como la espuma o el gel para favorecer el deslizamiento de la cuchilla, maquinilla o afeitadora. Se recomienda realizar este afeitado en el sentido del crecimiento del vello facial y ayudándose siempre de algún producto hidratante.
Además, se aconseja realizarlo después de la ducha para que el pelo esté más blando. Puedes preparar la piel con un exfoliante y utilizar jabones, aceites, cremas u otros artículos que ayuden a que la maquinilla se deslice más fácilmente por toda la piel.
- Ventajas: con este afeitado se consigue un mayor apurado y, por ello, la piel queda más suave. Además, con esta técnica evitarás la aparición de lesiones e irritación en la piel.
- Inconvenientes: encontrar un buen producto para este cometido es tarea ardua. Asimismo, esta técnica puede provocar pelos encarnados debido a la gran apuración del corte.
Afeitado en seco
Este tipo de afeitado se realiza mayoritariamente mediante el uso de una maquinilla de afeitar. Con este novedoso aparato, no necesitarás ningún tipo de producto extra para realizar esta técnica.
- Ventajas: es un proceso rápido y sencillo que lo podrás poner en práctica cuando no tengas mucho tiempo.
- Inconvenientes: con esta técnica es difícil conseguir un efecto apurado. Este afeitado aumenta la probabilidad de cortes y favorece la aparición de vellos encarnados. Además, la piel quedará irritada y el resultado final será menos estético. Asimismo, este método es más agresivo y perjudicial en personas con piel seca, sensible o con dermatitis ya que aumenta el riesgo de lesiones e irritaciones. En la gran mayoría de ocasiones, esta técnica no consigue eliminar por completo el vello facial. Debido a su falta de precisión, la piel no quedará suave y tendrás que realizar esta técnica más frecuentemente.
En definitiva, el afeitado en húmedo, aunque te llevará más tiempo, es el más apropiado para todos los hombres, y especialmente para los que tienen la piel sensible, seca o con algún tipo de problema como el acné. Para tener una buena rutina en este sentido, es fundamental realizar una buena higiene pre/post afeitado y cuidar mucho la limpieza de todos los utensilios para minimizar el riesgo de infecciones.
Por último, una vez termines de afeitarte, deberás aplicarte una buena dosis de after shave para recomponer los posibles estragos de esta técnica.